miércoles, 26 de diciembre de 2007

"La condición inactiva, meditadora, no guerrera, de los instintos de los hombres contemplativos provocó a su alrededor durante mucho tiempo una profunda desconfianza: contra ésta no había otro recurso que inspirar decididamente miedo de uno mismo."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te das miedo? No lo creo, más bien es el reflejo de lo que inspiras en los demás. Ese miedo no es tuyo, es suyo en plural.

Manuel Bernal dijo...

Miedo de ti por embargarte en anchos mares, miedo en pural de los demás que es a la par miedo a la 'locura' íntima del propio anacoreta.
Así lo veo yo..