lunes, 30 de julio de 2012

Postdata sobre una didáctica crítica


No puede olvidarse una cuestión capital. Sobre todo teniendo en cuenta que los maestros de Escuela o los profesores de secundaria, lo mismo da, lo que hacen fundamentalmente es examinar, esto es, juzgar. Evaluación contínua, juicio infinito. Sobre este asunto recuerdo una amena cita de Deleuze en su "Postescriptum a las sociedades de control" (página 274 de la edición española de Conversaciones): "Es previsible que la educación deje de ser progresivamente un compartimento estanco diferente del compartimento estanco profesional y que ambos desaparezcan en provecho de una terrible formación permanente, un control continuo que se ejercerá sobre el obrero– estudiante de secundaria o sobre el directivo–universitario. Se nos quiere hacer creer en una reforma educativa, pero se trata de una liquidación. En un régimen de control, nada se termina nunca." Está claro que el examen, hoy día, inunda nuestras vidas, no sólo en la escuela: aeropuertos, oficinas bancarias, calles infestadas de cámaras, tarjetas de crédito. Nuestra triste imagen va dejando un rastro electrónico tan exacto que nuestras vidas pueden ser reconstruídas al detalle y en cada momento con el material depositado en los archivos del Gran Examinador. Fue Kant quien erigió la filosofía en Tribunal de la razón, con la Facultad de Juzgar como su piedra angular. El concepto de juicio es probablemente el principal caballo de batalla de la filosofía anti-representacionista. Considero que una didáctica crítica ha de asumir la crítica al concepto de juicio presente en esta filosofía. En particular la de Deleuze, que le dedicó un enorme esfuerzo intelectual, inspirado por la obra de Artaud Para acabar de una vez con el juicio de Dios. ¿No sería paradójico que la clave para una didáctica crítica se encontrara en Artaud?

domingo, 29 de julio de 2012

La cabaña


"El hijo del sacristán de Messkirch, nutrido de vieja religiosidad sueva, sabía muy bien que para encaminarse hacia la verdad y el amor hay que desarraigarse, marcharse y alejarse de casa, desprenderse de cualquier vínculo inmediato y de cualquier religio de origen, como en la dura página del Evangelio en la que Cristo le pregunta a su madre qué existe entre ellos dos. Si por un lado Heidegger se siente en cierto modo próximo al mito de la sangre y de la tierra, por otro también se halla próximo a la verdad de Kafka, que empuja a aventurarse por el desierto, cada vez más lejos de la Tierra Prometida. Tal vez por esta razón un poeta judío como Celan, desgarrado por el exterminio nazi y por el desierto del mundo que eso provocó, pudo encontrar el sendero que llevaba a la cabaña de Heidegger, subir a esa cabaña y encontrar en un diálogo real al antiguo rector de la Universidad de Friburgo, que en 1934 había puesto, fuera sólo por un instante, la filosofía al servicio del nuevo Reich."

Claudio Magris, El Danubio, Anagrama, p. 42

sábado, 21 de julio de 2012

El pensador funcionario y pensador independiente


Source: flickr.com via Dmitri on Pinterest

El libro de Nietzsche Schopenhauer como educador trata la cuestión del pensador independiente. Y de la necesidad de este pensador de procurarse maestros (es un libro sobre la autoformación, en realidad; o sobre la formación sin Escuela). En sus páginas, el pensador libre e independiente que encarna Schopenhauer, se contrapone al pensador funcionario, representado por Kant, (hay toda una teoría acerca del supuesto papel de la filosofía en el currículum educativo estatal). Pongo algunas citas:

"Kant se aferró a la Universidad, se sometió a los gobiernos, conservó la apariencia de una fe religiosa, soportó vivir entre colegas y estudiantes. Nada más natural, pues, que su ejemplo produjera ante todo catedráticos de universidad y una filosofía de catedráticos. Schopenhauer tiene poco en común con la casta de los sabios, se aparta, aspira a mantenerse independiente de la sociedad y del Estado [...]"

"Quedan así indicadas algunas de las condiciones necesarias para el surgimiento del genio filosófico en nuestro tiempo a pesar de las graves trabas que se oponen a ello: la virilidad libre del carácter, conocimiento precoz de los humanos, ausencia de educación sabia o erudita, ninguna estrechez patriótica, ninguna coacción para ganarse el pan, ninguna relación con el Estado. En una palabra: libertad y siempre libertad."


martes, 10 de julio de 2012

¿Una idea posmoderna de lo trágico?


Berta M. Pérez ha escrito un libro interesante sobre la tragedia y el cine. El texto expone un amplio proyecto del director danés Lars von Trier. Su intento responde a la pregunta de si sería posible la tragedia en la contemporaneidad finisecular europea. Este libro ofrece una gran cantidad de argumentos y materiales para plantear el interrogante. En algún momento se tiene la impresión de que sólo desde una óptica religiosa será posible una revalidación de lo trágico. Es lo que parece transcender del análisis del film que constituye el tema central de este libro, Rompiendo las olas. También se plantea la posibibilidad de una tragedia europea basada en la crisis del saber, asunto que parece abordar de lleno el interrogante de lo posmoderno, cuestión que tanas falsas esperanzas y vanos triunfos ha ofrecido a la cultura contemporánea.

Afirmamos que en todo caso, el debate es necesario y central. La posibilidad es una tragedia contemporánea es paradógicamente uno de los peregrinajes centrales del pensamiento europeo contemporáneo, de Shakespeare a Racine, Holderling y los idealistas alemanes en adelante, lidiar con la tragedia clásica ha sido uno de los combates ineludibles del pensador europeo moderno. Construir una tragedia contemporánea ha sido el reto fundamental para todos ellos. Dejamos para otro momento la cuestion de si el concepto de lo posmoderno es el más adecuado para filtrar el asunto en términos de nuestra actualidad. El intento presente es un excelente comiento y confiamos en que dará pronto sus mejores frutos.

La concepción de la tragedia clásica expuesta por la autora es concordante con aquella elaborada en el seno del idealismo alemán del que es especialista (los trabajos de Holderling y Schelling, por ejemplo). Un conflicto basado en la relación entre hombres y dioses. La naturaleza del hombre en su relación con lo divino es transgresora.

En la primera trilogía de von Trier, la autora ve una puesta en escena de la tragedia de Europa, una tragedia del conocimiento, una hybris tecnológica. Lo trágico consiste aquí en el intento de rehabilitar una tragedia contemporánea sin los medios adecuados para ello. Pero mientras la tragedia de Europa nos presenta un Edipo contemporáneo, la tragedia de Rompiendo las olas, de Bess que es su protagonista, es un conflicto más familiar a la tragedia clásica en tanto su pecado es clánico y religioso. Una Medea posmoderna entre el pecado y el escándalo.

Rompiendo las olas. Una figuración posmoderna de lo trágico, Berta M. Pérez, Barcelona, Akal, 2012