domingo, 30 de julio de 2006

άλήθεια

Sócrates decía a sus discípulos: "Habla para que te vea". Y una sentencia de Nietzsche afirma: "Hablar mucho de sí mismo es también una forma de ocultarse". No es raro que la gente se oculte detrás de sus palabras. Sobre todo, cuando hablan de sí mismos. La gente suele falsear su imagen propia a través de la conversación. Pero también cuando se fantasea acerca de uno mismo, cuando se fantasmea, se dejan las cosas muy claras. La palabra tiene un poder revelador imposible de eliminar. Si uno es un necio, perfectamente puede intentar persuadirnos de lo contrario intentando construirse una imagen de individuo cabal. Pero su palabra siempre será necia. Aunque uno intente ocultarse detrás del discurso, siempre será visible a través de él. La palabra dicha, proferida en un marco pragmático, nunca miente acerca del que la dice, aunque el género de su discurso sea precisamente la mentira, la fábula. Ello por una razón que Nietzsche supo sintetizar divinamente en otro aforismo: "Sin duda mentimos con la boca, pero con la jeta que ponemos al mentir continuamos diciendo la verdad".

2 comentarios:

Diáfana dijo...

Que bueno el Nietzsche est, oye.
No, si voy a tener dejar aparcados mis libros de autoayuda y leerlo, fijatetu.

Mariano Cruz dijo...

Más te vale!!! Jajajjaa... No, en serio,este hombre no tuvo ni tiene rival en cuanto a penetración psicológica