sábado, 13 de octubre de 2007

Fotofobia: enfermedad profesional de filósofos y vampiros

"A un filósofo se le reconoce en que se aparta de tres cosas brillantes y ruidosas: la fama, los príncipes y las mujeres: con lo cual no se ha dicho que estas cosas no vengan a él. Se recata de la luz demasiado intensa; por ello se recata de su época y del 'día' de ésta."

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora mismo no logro recordar en qué texto utilizaba Foucault la metáfora del vampiro. Podría ser una entrevista recogida en Saber y verdad, de Ediciones La Piqueta. Seguro que puedes ayudarme a recordarlo...

A los que carecemos de formación filosófica siempre nos ha llamado la atención la relación de muchos filósofos con su entorno social o con la sexualidad; por ejemplo, la indiferencia social y sexual mostrada por Kant, Heidegger o incluso Nietzsche, entre otros, en los que el distanciamiento e incluso el tedio (Heidegger) aparecen casi como una condición necesaria de lucidez.

Por cierto, he estado echando un vistazo a las primeras entradas de tu blog. Es curioso observar los cambios, sobre todo poniéndolos en relación con este texto sobre la fotofobia. Sería interesante escribir sobre el "miedo a la luz" que se esconde tras esa figura vampírica y fotofóbica que es el blogger...

nordicworld dijo...

Saludos desde el norte. Muy interesante tu blog, me pasaré a menudo. Será un buen refugio para cuando venga el sol de medianoche.

Mariano Cruz dijo...

Estimado Stavrogin: no recuerdo en este momento ese texto de Foucault, pero el de Nietsche al que corresponde la cita es precisamente un análisis del Personaje Filósofo desde el punto de vista que tú apuntas, y se habla entre otras cosas de la marcada tendencia al celibato de casi todos ellos, los que tu mencionas y otros más: Spinoza, Schopenhauer, etc. Se lo presenta como a un individuo que se refugia en el ideal ascético y lleva una vida contemplativa como resultado de cierta fobia hacia las contradicciones y los roces de la vida (una figura análoga a la del sacerdote), una consecuncia de todo ello es su desprecio total hacia el hoy, hacia su momento presente. Foucault, Nietzscheano confeso, por un lado termina rehabilitando los ideales ascéticos en sus estudios de la última etapa, por otro, entiende todo su proyecto como una investigación sobre el presente, "una ontología del hoy", según sus propias palabras. Hasta hace muy poco no había caído en estas relaciones, pienso que sería interesante escribir sobr ello.

La metáfora vampírica es tambien muy usada por Nietszche pero quien se llama la palma es el Marx de "El Capital", por motivos obvios.

Mariano Cruz dijo...

Nordicwirlod: será un honor tenerte por aquí cuando desees. Ahora lo que se avecina por el norte es la noche de mediodía, no?

nordicworld dijo...

Sol de medianoche y noche de mediodía, demasiados conceptos opuestos en este país. A las cinco y media es noche cerrada ahora,pero pronto llegará la noche al mediodía. En verano demasiado sol y en invierno sólamente la noche. Me es indiferente, soy fotofóbica también;-) Y un secreto a voces, odio las cosas que van a pares y son contrapuestas, amor-odio, sol-luna, noche-día..me producen explosiones en el cerebro, mareos y confusiones.
El honor es mío en leerte.

Anónimo dijo...

El post, cuando es breve, es a la vez encantador; o al menos así me lo parece. Y me animo a decirlo al margen de que la única y miserable ilustración que al respecto me venga en mientes sea una hoguera. La imagen de un fuego central, coja por los lados, que uno cree leer de un vistazo que al final se vuelve eterno.

Mariano Cruz, la enfermedad profesional de filósofos (no se si lo sea también de vampiros) es, a juicio de éste peregrino, la angustia que genera el saber que el sol, el día, la "vida real" se ha erigido por ignorante convención en estadio del Real Materialismo. De noche no trabajas: laboras. Si lo que buscas es casos prácticos: Yo laboro de noche para no verme obligado a competir con los demás.

Sebastián.