Foto de Bionik Monkee
Hace un unos días un amigo me planteó pensar la dicotomía useless/useful en el contexto de la moda. Analizar el orden cultural a base de pares de opuestos es muy habitual dentro de la antropología cultural. Y esto es algo a lo que los curators (los organizadores de exposiciones) han sabido sacar mucho partido. Artistas, temas o épocas quedan resumidas en dos palabras fácilmente entendibles por todo el público y fácilmente representables iconológicamente: lo crudo y lo cocido, lo lleno y lo vacío, lo sagrado y lo profano ...
El contexto de la moda parece quizá el más adecuado para sacar el tema de útil y lo inútil; a priori se nos presenta una conclusión posible sin necesidad de pensar mucho: después del punk y del do it yourself, ningún objeto es inútil para la moda, todo tiene un uso reservado. Pero la verdad es que siempre hay que retrotraerse a Dadá, al object trouvé, a Duchamp, Picabia y Schwitters.
Pero nos encontramos con un problema a resolver cuando al hablar de moda tropezamos con el concepto de lo funcional, de forma parecida a lo que ocurre en la arquitectura.
La idea que mi amigo manejaba no era otra que, a fin de cuentas, todo lo inútil conserva un lado útil en términos de sentido o significado, y citaba a un filósofo chino: "greatness in useless". Me preguntó qué filósofo occidental pudo haber planteado la cuestión de lo útil y lo inútil y yo me acordé inmediatamente de Wittgenstein.
El significado de un término es su uso dentro de un determinado juego de lenguaje. Esta herramienta wittgensteiniana nos permite interpretar la utilidad de lo inútil (useless) en función de su significado. Lo inútil es útil es su sgnificado para mí. Claro que se trata de un sentido de lo útil alejado de toda pragmática, produciéndose aquí dos fecundas paradojas.
En primer lugar, la perspectiva wittgesnteiniana en este asunto es pragmática, pragmática que en este caso ilumina sentidos no pragmáticos de la idea de lo útil (useful). El término inglés, además, tiene un matiz del que el castellano carece y que podemos traducir malamente como "usable", pero además, "useful" nos es más que un derivado de "use", el marco del significado para wittgenstein.
Tenemos, pues, una cosa clara, que la grandeza de lo inútil reside en su significado y que este significado es su utilidad dentro de mi juego de lenguaje privado. Trátase entonces de una utilidad no práctica, sino expresiva y no compartible sino como expresión.
Pero la moda, como la arquitectura, tiene un aspecto funcional, decía. Este aspecto queda negado cuando alguien se pone una camiseta llena de agujeros (¿quién fue el primero en hacerlo públicamente, Johnny Rotten?), quedando la prenda expuesta como pura expresión de un sentido, (es una prenda que no cubre, pero viste). Grande en su inutilidad, útil en su significado.